HERRERÍA DE LEÓN EN MONTERREY, N.L. MÉXICO

Muchos Herreros y Forjadores empiezan en el Oficio por “herencia” de sus padres, mi historia no es de esas, en mi círculo familiar y social nadie estaba relacionado con la Herrería. Estuve ligado al Oficio de mi padre quien manejaba un trailer, pero no, no era lo mío.

 

Antes de aprender la Herrería por azares del destino inicié mi vida laboral en una ferretería, ahí fue que me “encontré”, primero en al almacén después atendiendo a los clientes, platicaba con ellos sobre sus trabajos ¿para que usa esto? o ¿cómo hace aquello? Y todo lo que en mi imaginación no lograba resolver, mis clientes de alguna forma se convirtieron en mis Maestros.

 

Ya estaba listo, según mis ideas ya “podía” poner un Taller de Herrería, pero no, no es lo mismo tener el gusto por el Oficio conocerlo de palabra y en la imaginación que “hacerlo”, con muy pocos recursos, una esposa y un hijo a quienes apoyar me aventé al ruedo.

 

Empecé con lo mínimo de herramienta, iba a entregar e instalar los trabajos cargándolos después en un “diablito” en ocasiones en taxis, vaya que fue pesado el inicio sin embargo con el incondicional apoyo de mi esposa y la ayuda de mi hijo, seguí adelante, con lo que sobraba de alguno de los pocos trabajos practicaba los cortes y la soldadura, conociendo los materiales ahora en la práctica no desde un mostrador.

 

Buscando información en los libros, estudiando manuales, observando y analizando los trabajos de las casas que encontraba en mi camino poco a poco fui aprendiendo y adquiriendo “experiencia”. De hacer puertas y ventanas pasé a protecciones, barandales, escaleras, techos y todo lo que los clientes iban pidiendo, ya para esa época con mis rayas diseñaba los trabajos.

 

Ya era un Herrero, diseñaba, hacía los trabajos, los pintaba e instalaba, sin embargo tenía una limitante, algunos clientes querían sus trabajos con un toque “colonial” (con volutas  (espirales), botones, conchas, bastones, remates, etc.), que de forma correcta se hacen en la fragua, como siempre tuve que aprender a Forjar.

 

Ahora que mi pequeño chalán ha crecido somos un taller en forma desde el año 2010, establecido en García, Nuevo León, diseñamos y fabricamos Herrería Doméstica, Comercial e Industrial, buscando ser mejores día a día, él sí está heredando el Oficio del padre, con la pequeña diferencia de que se sigue preparando en la escuela, no al “aventón” como iniciamos su Madre y yo.